
Hoy compartimos con vosotros una obra que acabamos de finalizar y que nos ha permitido dar nueva vida a una antigua terraza que presentaba problemas estructurales y de mantenimiento de materiales y que nos ha permitido general un espacio de tranquilidad y disfrute.
Cuando trabajamos en una rehabilitación integral tenemos en cuenta los requisitos arquitectónicos, técnicos y legales y atendemos a las demandas del propietario, a sus gustos e inquietudes, para mejorar la calidad y la funcionabilidad del espacio, siempre pensando en sus habitantes.
Esta obra partía del problema de subsanar una albardilla deteriorada que tenía el muro, susceptible de tener humedades. Para esto se añadió una solución de revestimiento a toda la zona para preservarla de las humedades, incluyendo también un sistema modular de ajardinamiento capaz de recoger el 100% del riego de las plantas. Gracias a este método, que no toca la albardilla ni el suelo de la terraza y está conectado directamente con la red de saneamiento, se consigue preservar y posponer en el tiempo los problemas relativos a la humedad.
Otra asunto a solucionar era el cierre perimetral, que estaba envejecido, y que sustituimos por barandilla de vidrio laminar, de un centímetro de grosor, que aporta seguridad y, además muchísima luz y transparencia al espacio.
Sobre el suelo existente suplementamos otro nuevo de tarima tecnológica que, al ser una especie de suelo sobre rastreles, no modifica el flujo de conducción de las aguas.
En cuanto al alumbrado, se dotó a todo el conjunto de un sistema de iluminación con varios niveles. La luz directa proviene de apliques en la pared y una pequeña baliza sobre el muro; y la iluminación indirecta se obtiene con proyectores y una línea leve debajo de las jardineras. Es un planteamiento con el que se busca dotar de mayor calidez y relax al espacio.
La terraza contaba con dos niveles, por lo que también se transformó la escalera. Diseñamos para ellos una pieza singular de arquitectura metálica. Esta ha permitido mantener el punto de arranque y el punto de desembarco de la escalera anterior y, sin ampliar el peso, lograr un paso muchísimo más amplio y cómodo, generando además un elemento arquitectónico y de diseño muy estético
En nuestra reforma hemos segmentado la terraza en dos zonas estanciales. Se diseñó una zona de comedor principal, con un gran espacio, y una zona más reservada y con una chimenea de vapor, la cual da la sensación de un fuego natural pero que no quema. Además, hemos aprovechado la parte inferior de la chimenea para crear una solución de almacenaje para leña.
Para concluir la obra se repasó la pintura de la fachada, se cambiaron los tejidos de los toldos y se incorporaron pequeños elementos de césped artificial para dotar de verdor el conjunto, pensando siempre en el bajo mantenimiento que deseaba la propiedad. Así, hemos dado un cambio radical al aspecto y la funcionalidad de esta terraza, que puede disfrutarse todo el tiempo.
Creemos que con obras como esta no solo ayudamos a quien habita el espacio, sino que también contribuimos a cambiar la visión de la ciudad y embellecer el paisaje urbano.