
Ha llegado y parecía que no lo haría pero el otoño poco a poco se ha instalado a nuestra rutina diaria. Esta estación, que se caracteriza por tener menos horas de luz y un tiempo más húmedo, es también un buen momento para recoger los frutos de los árboles que tenemos en el exterior de nuestra casa y aprovecharlos para la decoración ahora que está próxima la Navidad o bien en la cocina.
Y es que esta última opción es una muy buena oportunidad para ponernos manos a la obra y hacer mermeladas o postres con los frutos del otoño. En esta época es característico recoger castañas, higos, manzanas o cítricos, entre otros. El jardín puede albergar estos árboles sin necesidad de ocupar mucho espacio ya que por el tamaño de los mismos se pueden adaptar a todo tipo de entorno. Además, los árboles frutales pueden cultivarse en maceta aunque existen variedades injertadas que pueden desarrollarse fácilmente en terrazas y patios dentro de contenedores de cultivo. El clima tampoco es una dificultad debido a que estas variedades son bastantes resistentes a las inclemencias meteorológicas.
Así, tanto las manzanas como las peras nos permiten elaborar distintos postres como las manzanas asadas o la mermelada de pera. Por su parte, los cítricos como el pomelo, las naranjas o las mandarinas tienen su mejor momento durante el otoño. Las naranjas son un clásico en nuestra alimentación, ya sea en forma de zumo o como postre en las originales naranjas rellenas. También sus hermanas pequeñas, las mandarinas, son habituales y con ellas se pueden preparar distintos platos de ceviche o sorbetes. El último, el pomelo es el más ácido de todos los anteriores y es perfecto para incluir en ensaladas o platos fríos.
Las castañas son un fruto seco muy beneficioso para la salud por las pocas calorías que contiene y su alto contenido en fibra, proteínas e hidratos de carbono que se recomienda tomar a estudiantes o deportistas. Algunas de las recetas o postres que se pueden preparar con este alimento son las tartas, el flan, pudding o el bizcocho de castañas. Por su parte, con los higos se puede experimentar en múltiples platos como hacer tostadas para acompañar los desayunos, ensaladas, pizzas, tartas o confituras. El higo es una de las frutas más ricas en nutrientes y más beneficiosa para la salud destacando la fibra, un componente necesario para mantener la buena digestión y una correcta salud cardiaca.
Como ha quedado demostrado a lo largo de este texto, los espacios verdes no solo pueden ser concebidos como entornos de descanso o que cumplen una función decorativa sino que también son una opción interesante para convertirse en un huerto orgánico. Esto no es ninguna novedad, cada vez vemos más integrado en el paisaje arquitectónico de las ciudades huertos levantados en las azoteas de los edificios o hoteles que compaginan su labor ecológica con la alimentaria.