
La belleza natural tiene la capacidad de conmovernos y demostrar que es una fuente de inspiración. Estos días he podido acudir al festival internacional Flora organizado en Córdoba y ver cómo miles de personas de todo tipo recorrían los espacios de esta ciudad y disfrutaban del arte floral, despertando en ellos una emoción genuina por la naturaleza y la estética.
Para mí Córdoba tiene un significado especial. Parte de mis orígenes familiares están allí y siento una gran vinculación con esos paisajes urbanos llenos de reminiscencias árabes y mediterráneas que han influido en mis creaciones, especialmente en la colección de jardines nazaríes que hemos desarrollado en Fernando Pozuelo Landscape Collection.
El festival Flora Internacional es una iniciativa nueva pensada para dar valor a los patios cordobeses también en otoño y no solo en primavera, que es cuando tradicionalmente se visitan. Para ello, el Ayuntamiento ha invitado a ocho artistas florales internacionales, desde Australia y Corea hasta Francia y EEUU, para que realizaran instalaciones efímeras en edificios institucionales.
El resultado no ha podido ser más espectacular. Ha sido para mí una inspiración ver en directo el trabajo de mis colegas y entender cómo han respondido al reto de establecer un diálogo entre sus instalaciones florales y la tradición. Los patios de Córdoba son una herencia romana perfeccionada por los árabes y en ellos, durante siglos, los cordobeses han realizado verdaderas instalaciones florales. Este festival ha servido para que artistas contemporáneos de todo el mundo hicieran su interpretación personal de esa tradición milenaria y sorprendieran a todos con instalaciones de gran belleza.
Para que os hagáis una idea comparto unas fotos con vosotros y el enlace a la página del evento.
También me ha sorprendido comprobar que el principal patrocinador del evento es un empresario chino propietario de una cadena de hoteles. Al parecer, visitó la ciudad en 2015 y se enamoró de sus patios. Ahora quiere dar a conocer Córdoba y sus claustros entre el público asiático. Una demostración de que la naturaleza y la belleza despiertan pasiones y no conocen fronteras.