
La publicidad, los artículos de las revistas, lo que vemos en la calle y nuestra experiencia nos confirman que, cada vez más, lo que eran modas pasajeras pasan a ocupar un lugar importante en nuestras vidas. El mundo del paisajismo no es ajeno a esta nueva forma de entender la realidad en la que siempre conviven realidad y ficción.
Así, no es extraño encontrar en nuestras ciudades jardines peculiares o diferentes. El jardín vertical es una modalidad que se utiliza cada vez más. De esta forma, los jardines han dejado de ser espacios plenamente privados para llegar a todos los rincones de la ciudad. Esta nueva tipología de jardines son muros verticales vegetales que pueden ser utilizados tanto en las construcciones internas como externas y cuyo objetivo es reverdecer los entornos en los que el espacio es escaso.
La técnica que se utiliza en su construcción integra la vegetación y la arquitectura de forma natural con los colores y formas del entorno urbano. Además, su incorporación a las ciudades contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas aumentando los beneficios al medio ambiente. Por esta razón, fachadas de edificios públicos y privados, centros comerciales, universidades, hoteles o restaurantes son lugares propicios para la instalación de un jardín vertical.
Sin embargo, los jardines verticales tienen otro ámbito de actuación: los hogares, una opción muy innovadora que puede generar un espacio de tranquilidad aportando sensación de amplitud y luminosidad. Su construcción solo requiere un poco de imaginación ya que los materiales que se necesitan son sencillos. Por un lado es importante contar con una estructura de madera o metal o, por el contrario, algún objeto antiguo o en desuso. Sobre este armazón se introduce espuma tipo “oasis” que tiene una función de lecho para anclar las plantas. A su vez, en el oasis se pueden ir pinchando todas las plantas liofilizadas o, en su caso, réplicas de plantas naturales. Las opciones pueden ser múltiples, pero hay que tener en cuenta las condiciones del hogar y de las plantas. Si son sistemas cuyo regado es aparatoso se puede optar por plantas que requieran agua con menos frecuencia. Si en casa no entra mucha luz, flores que necesiten menos de los rayos solares. Por eso, es muy importante adaptar la elección de plantas a las condiciones particulares de cada hogar. Además, un jardín vertical no utiliza la misma cantidad de tierra que uno horizontal, por lo que habrá que decantarse por especies que se sirvan de poco abono como por ejemplo: orquídeas, hierbas aromáticas, begonias, bromelias, helechos o cactus. Si se busca algo más exótico se puede apostar por flores como el stathiphyllum. En el caso de los exteriores puede ser una buena opción las malvas, geranios o incluso plantas trepadoras. Además, para completar este proceso se puede aromatizar el conjunto con agua y unas gotas de esencia de jazmín.
De esta forma, el jardín vertical se han convertido en la nueva tendencia para integrar plantas y flores en el hogar. Una nueva oportunidad de decoración basada en la naturalidad de las plantas que purifican el aire, dan mayor sensación de contacto con la naturaleza y reducen el coste económico.