
Hoy os traemos uno de nuestro últimos trabajos realizados, en el que hemos levantado un jardín de toques naturales y exóticos que dialoga con las líneas rectas del edificio.
Las fotografías os permitirán ver la evolución de la obra, que se llevó a cabo en una vivienda de nueva construcción. El edificio es obra de la arquitecta Marta González y es un diseño en el que predominan líneas puras, con un formalismo y un modernismo muy considerables.
Hablando con la propiedad y atendiendo a sus gustos, comprobamos que deseaban que el jardín ofreciera un entorno fresco, exótico y amable que contrastara en cierto sentido con la dureza constructiva y dulcificara el conjunto.
Nuestro reto fue hacer un todo armónico donde el jardín dialogara con la arquitectura.
Por eso, desde Fernando Pozuelo Landscape Collection diseñamos un jardín sin usar prácticamente las líneas rectas. Par ello empleamos formas curvas y las únicas rectas en el diseño fueron las que había generado la arquitectura.
Una de las zonas estanciales estaba marcada por un talud, desnivel que se suavizó con la inclusión de terrazas ajardinadas. Se hizo un ajardinamiento muy naturalizado usando palmáceas y plantas exóticas de flor rojiza y naranja como la Canna indica, junto a gramíneas que se mecen con el viento como Nasella tenuissima y otras especies de palmera como la Dracena indivissa. Esta selección respondía no solo al deseo de tener un diseño naturalista, sino también al gusto de los propietarios por la flora exótica. De este modo usamos plantas adaptadas a nuestro clima, poco exigentes en agua y resistentes a los contrastes térmicos pero que, al mismo tiempo, transmiten un aire tropical.
El cierre de esta zona se llevó a cabo con jazmines de invierno trepadores (Trachelospermun jasminoides) que además de vestir el muro de verde ofrecerán toques de olor con reminiscencias exóticas. Junto a los jazmines y dominando el talud se situó un grupo de magnolios, una especie arbórea muy elegante que ofrece sombra pero sin robar mucho volumen y que además mantiene la hoja en invierno. Los magnolios descargan visualmente el talud donde están ubicados, generan una sombra y un dosel más elevados y cuando crezcan serán capaces de armonizar las vistas del horizonte desde la parte de arriba de la casa. Además, los magnolios ofrecerán sus grandes flores aproximadamente al mismo tiempo que el jazmín; ambas son de color blanco, con lo que crearán un efecto notable durante la floración.
Uno de los elementos singulares de esta zona estancial son las cañas de Indias empleadas en el talud. Su potente sistema de rizomas ayudará a fijar el terreno; la variedad elegida, de hoja púrpura, da un contrapunto al resto de verdes y proporcina un ritmo cromático que se acentúa gracias a su notable floración en naranjas y rojos que dura todo el verano.
Otra zona estancial de la casa con gran carácter es la de la piscina. El diseño arquitectónico ofrece una espectacular lámina de agua que parece salir de la vivienda. En este caso colocamos una alineación de cipreses punteados en el pie con una sucesión de agapantos. La flor azul de los agapantos en forma de grácil umbela acompaña el color azul de la lámina de agua de la piscina y ofrece un toque de vaporosidad a la alineación de cipreses. A medida que crezcan, los cipreses darán un aire muy italiano, muy de Toscana, a esta parte de la vivienda.
Como en todos nuestros proyectos, se ha dado una gran importancia a la iluminación. Por este motivo, se incorporó una gran variedad de luces indirectas, tales como balizas, leds en el suelo o focos junto a la vegetación, que añaden contraste y juego de sombras al jardín, amplificando su contenido.
Esperamos que os haya gustado el resultado de esta obra y os invitamos a seguir nuestro blog, donde os iremos narrando los trabajos que llevamos a cabo.