Una de las principales preocupaciones de los ciudadanos en la actualidad es la problemática del medio ambiente, especialmente en las grandes ciudades. Es uno de los compromisos destacados en las agendas políticas de los últimos años y la sociedad cada vez es más consciente de que se necesitan medidas urgentes para hacerle frente.

Algunos pasos que se pueden ir dando pasan por la necesidad de reverdecer las zonas urbanas. Según los expertos, la falta de zonas verdes afecta a la ciudad y a sus habitantes. Hay mayores tasas de criminalidad y mala salud debido a la mala calidad del aire y a la falta de actividad física. Pero esto también afecta a la biodiversidad y los ecosistemas asociados a esas zonas verdes, que pueden mantenerse gracias a la creación de jardines y espacios adaptados en las urbes -las cubiertas o azoteas de los edificios- o los jardines, balcones y terrazas particulares de nuestras casas.

Con aplicaciones sencillas en el diseño y mantenimiento de los jardines, podemos contribuir a disfrutar, atraer y mantener la vida de la naturaleza silvestre al tiempo que ayudamos a mantener su biodiversidad. ¿Cómo? Aquí os dejo algunas claves:

–Si hay aves que visitan tu jardín, proporciónales comida y agua. ¿Pero qué tipo de comida y cuándo? En cuanto a los meses, los expertos opinan que no es recomendable suministrar comida entre finales de abril y primeros de octubre ya que en esta época las aves están alimentando a sus crías y la comida del comedero puede no ser la adecuada para su crianza. En las épocas de clima severo, cuando la comida natural es difícil de encontrar, es recomendable poner comida dos veces al día, a primeras horas de la mañana y de la tarde. Si hablamos de tipo de comida, lo ideal es utilizar comida específica para aves, como semillas o preparados para aves silvestres.

-Si estás diseñando tu nuevo jardín o espacio verde, limita en la medida de lo posible los pavimentos artificiales. La proporción de suelo permeable en el jardín es un buen indicador de su valor para la biodiversidad.

-Planta un seto. Los setos aportan alimento, zonas de reproducción y refugio para la fauna. Es conveniente generar una estructura compleja para poder combinar diversas especies de árboles y arbustos, utilizar especies caducifolias y perennifolias e introducir especies productoras de frutos.

-Utiliza plantas autóctonas. Las plantas autóctonas requieren menos mantenimiento (agua, abonos, plaguicidas) y facilitan la interacción con la fauna local, como por ejemplo las mariposas que se alimentarán y polinizarán sus flores, aves que consumirán sus frutos y dispersarán sus semillas, etc.

-También las puedes combinar con flores ornamentales y silvestres. La combinación de diferentes plantas ricas en néctar y plantas aromáticas atraerá a una gran diversidad de abejas, mariposas y otros insectos.

-Utiliza métodos de jardinería ecológica. No es aconsejable el uso de herbicidas, fungicidas o insecticidas, ya que su toxicidad reducirá la biodiversidad del jardín, por lo que es recomendable buscar alternativas ecológicas. Instalar una compostera es una magnífica alternativa al uso de abonos químicos.

-Reduce riesgos para la fauna. Por ejemplo, si tienes grandes ventanales o cristaleras coloca pegatinas de siluetas de rapaces para evitar colisiones de aves; los gatos domésticos capturan muchas aves silvestres, con un cascabel se reduce el éxito de sus cacerías; la piscina puede ser una trampa mortal, colocando un tablón a modo de rampa se facilita la salida de los animales; las podas de setos y arbustos pueden provocar el fracaso reproductor de algunas aves, se deben evitar estas tareas entre mayo y agosto.

En definitiva, si quieres disfrutar de todo el esplendor de la naturaleza y los organismos vivos que hay en ella desde tu ventana, será importante que tengas en cuenta estos consejos para llegar a un equilibrio entre el diseño de tu jardín y el respeto y mantenimiento de su biodiversidad.