
Casi siempre hablamos de las tendencias que van a estar de moda en los jardines la próxima temporada o los nuevos materiales con los que nos van a sorprender los artistas en sus colecciones. Sin embargo, a pesar de conocer las líneas compositivas de esta estación, la verdadera revolución vendrá de la mano de la propia creatividad de cada uno de nosotros a la hora de desarrollar estos proyectos.
De esta forma, la ornamentación de los exteriores e interiores del hogar se convertirá en un juego en el que dejar volar nuestra imaginación. Una de las ideas que más nos gustan es que con la llegada del otoño podemos disfrutar de esta estación con agradables paseos por el campo y recoger algunos detalles y frutos que nos servirán para dar un toque diferenciador a la decoración de nuestra casa.
Las piñas son una buena opción que podemos emplear como elementos decorativos en la confección de centros de mesa, portavelas, coronas o en distintos conjuntos florales. Además, existe una gran variedad. Desde las más grandes que pueden tener un tamaño parecido al de una mazorca de maíz, pasando por las más puntiagudas de ciertos abetos o piñas con un aspecto más esférico como la de los pinos. Todas ellas aportarán un toque más otoñal al hogar.
Aunque todavía quedan algunos meses para Halloween, la decoración con calabazas es otra opción: asequible y bonita y además podemos incorporarlas al interior de la casa o bien disfrutar de ellas en el exterior. Por ejemplo, en entradas, porches, jardines o ventanales. Cualquier rincón exterior es susceptible de que le añadamos una decoración con este detalle tan llamativo. Si además las entremezclamos con otras ramas y hojas verdes pueden generar más contrastes y hacer una composición mucho más natural. Por último, pequeñas calabazas colocadas con delicadeza pueden crear rincones especiales y acogedores hasta en dormitorios infantiles.
Otra opción es la decoración con jarrones de cristal en la que se pueden incorporar diversos frutos como avellanas secas, castañas o uvas, entre otras. El uso de estos ingredientes, típicos del otoño, ubicados en cestas de mimbre o en cristal harán que cambie el puno focal de atención del salón, terraza o jardín. De la misma manera, se pueden emplear manzanas de diversos colores y tamaños o cítricos como limones o limas. Pero si además esto lo acompañamos de un conjunto floral bonito de temporada en colores rojos, amarillos o naranjas como los girasoles, las gerberas, los lilium, rosas o las dalias, los espacios acogerán una explosión de color en una época del año en la casi todo nos parece un poco más triste.
El 22 de septiembre entrará el otoño. Una estación que se caracterizará por un descenso progresivo de las temperaturas así como de las horas de luz, en la que además tendremos que empezar a deshacernos de las sandalias y el pantalón corto en favor del abrigo y la chaqueta. Pero tal y como hemos comentando nuestras terrazas, jardines e interiores de nuestras casas también necesitan un cambio “de armario” que este año está más abierto que nunca a la imaginación y creatividad. Con elementos cotidianos de nuestro día a día podemos transformar un espacio en algo especial y romántico durante los próximos meses. Una oportunidad única para cambiar la cara al otoño.