
Tranforma tu vida, crea tu jardín comestible
“La siembra es una tradición ligada a los orígenes del ser humano que logra conectarnos de manera plena con la naturaleza. En estos jardines nutritivos podemos crear composiciones ornamentales o ‘potager’, combinando especies hortícolas y plantas no aplicadas al consumo. De esta manera, creamos una zona donde aunamos la belleza del paisajismo con la actividad recreativa del cuidado hortícola», explica Fernando Pozuelo.
El paisajista detalla los aspectos a tener en cuenta para crear un jardín comestible:
- Sol directo durante seis u ocho horas, clave. Es necesario evaluar la luz solar que incidirá sobre el terreno así como las horas de luz, con el objetivo de que las especiales vegetales puedan crecer y evolucionar correctamente. El potencial de floración y consecuente fructificación de las hortícolas de sol es proporcional a su exposición al astro rey.
Si el terreno no recibe luz solar suficiente, el experto recomienda plantar especies con menos requerimientos o incluso adaptadas a zonas umbrías como la hierbabuena o Mentha spicata, la grosella o el arándano -plantas acidófilas-.
- Tipología de la tierra. Igual que la luz es un elemento esencial para que el jardín comestible pueda evolucionar, la tierra es un componente básico. Desde el estudio de Fernando Pozuelo se recomienda que el terreno que utilicemos para la creación de nuestro jardín nutritivo sea rico en materia orgánica y además suelto, aireado, drenante y limpio de especies adventicias, vulgarmente llamadas «malas hierbas». En el caso de no serlo, se debe drenar de forma manual mezclando con arena de sílice.
- El ciclo de cultivo. A la hora de empezar con la siembra, es necesario entender las necesidades que puede llegar a tener un huerto e identificar cuál es el momento del año apropiado para plantar las especies seleccionadas. Así, podemos encontrarnos con hortícolas de primavera como el tomate, pepino, berenjena, pimientos, guisantes o judías; la col, coliflor, rabanitos, acelgas o espinacas, propias de época fría como el otoño y el invierno. Con un poco de práctica y lectura, se podrá llegar a hacer ciclos de cultivos estacionales, donde unas especies creen sinergias simbióticas con otras.
- ¿Cómo mantener el jardín comestible?. Para poder mantener nuestra huerta viva, es conveniente mantenerla limpia de hierbas, con las plantas trepadoras encañadas, con el estado de recolección o cosecha al día para evitar que los frutos caigan al suelo, y contar con un sistema de riego localizado por goteo que permite acceder a la zona radicular de cada planta pero con un reducido consumo hídrico. Además, es necesario seguir un exhaustivo control de plagas y prevenir enfermedades del huerto con tratamientos ecológicos con productos naturales como la piretrina -Piretro-, la rotenona -Derris elliptica- o la nicotina -planta del Tabaco- para un jardín sano.